martes, 15 de abril de 2014

La importancia de tu cuerpo.



Si bien sabes que tú amor es importante para mí.
Pero ¿Sabes la importancia de tu cuerpo?
¿Sabes las funciones que ejercen cada parte sobre mí?
Empecemos por tu cabello. Cada hilo es una hoja de un árbol, que al ser meneado por el viento crea esa sinfonía de calma entre mis dedos; en un cuarto de esquizofrenia, esa sinfonía es la cuna de todo mal y peligro.

Bajamos un poco y encontramos tus ojos. Esas dos ventanas que reflejan esperanza, esas lumbreras que abren camino hacia lo inexplorado, hacia tu ser. Salimos, resbalamos  hacia tu boca y encuentro ese mundo lleno de sentimientos expresados, encuentro esa curva a la que me gusta estrellarme, amortiguarme en el superior y dejarme llevar por la eventualidad a la que llaman beso.

Recorro con mis dedos hasta encontrar tu cuello, una pista que la naturaleza me da para saber de qué estas hecha. Es un cuello con aroma a frutas o quizá a café por la mañana. Un cuello con un brillo más dorado que el otoño, un cuello al que esnifo como droga.

Llegamos a tu torso, aquél cuerpo de jarrón que tanto anhelo, que tanto miro y tomo. Aquél seno en donde apoyo mis miedos y duermo como un gato que al mirar la luna nueva, se siente mecido en su cuna. Ese abdomen que, como chaleco anti-balas, me escuda de las malas vibras y me asegura que todo estará bien. Tus brazos me equilibran entre el bien y el mal al igual que tu cintura.

Llegamos a esa parte que emana los más exhaustos y deleitantes deseos. Esa parte que miramos con la piel y con los ojos cerrados. Se va la sed de deseo…

Tus hermosas piernas me tienen loco. Es algo que no se explica, se observan y se deleitan. Sería un delito no alagarlas, veo cada paso como las notas de un pentagrama de alguna obra maestra, Beethoven tal vez.

Persigo tus huellas y me doy cuenta que tus pies me mantienen donde estoy, estoy a ellos porque son mejores que cualquier mapa. Me guían y me mantiene seguro un camino a tu lado. Hoy me he dado cuenta que no solo tu amor es importante para mí. Toda tu existencia física y astronómica es lo que me mantiene cuerdo y cursi.

Todo de ti es importante para mí.

Todo eres, todo serás.