domingo, 21 de diciembre de 2014

Verte


Entonces veo tu caminar
sobre el pantano de mi mirada
Y el fango se vuelve arroyo que
recorre tu espina hasta el coxis,
agitando la parte trasera de tu ser.

Te miraba de arriba a abajo y con las manos te rasgaba el ropaje.
Te sonreía desde la punta del labio superior hasta la cima del inferior.

Releía en braille tu cintura y retocaba a pinceladas de deseo tu tatuaje.
Agarraba con las palmas tus olores, y desde el jarrón de tesoros resplandecía
un arcoiris de fragancias.

Me deslizaba sobre tu cabello y mi lengua frenaba sobre tu cuello;
me mordías el apetito mientras eliminaba el compromiso.

Te propuse una historia sin saber que te encantaba leer,
fue entonces cuando dejé que tu pluma empezara este relato;
hecho de palabras que se escriben con el aire caliente que entra a tu oído.

Tus huesos sobre mi cuerpo avivan los latidos,
dan ritmo a cierta música misteriosa,
ambientando un paraje extraño y llamativo, con ansias de explorar.

Me di cuenta que los ojos son los nuevos besos y la sonrisa el nuevo tacto.

domingo, 9 de noviembre de 2014

Espalda


Pasan las horas sobre los minuteros.
El sudor sobre las ganas, la vista. 

Pasan sueños de la mano de un saludo
una sonrisa prescindible…
El suspiro entre líneas marca el holograma de tu espalda
y las lunáticas manos te toman como a una nube...
El pecho se acelera con la vibración de los pies,
la opresión de los labios tienen sabor a rock
las palabras huelen a vodka. Efímero.

Estas de blanco sobre mis oscuras pretensiones. 

Pasan las pesadillas acobijadas por las alas de un ángel
y las alucinaciones se derrumban sobre el mítico poema,
cada letra forma una nota musical distinta sobre tu lomo.
¿De verdad son alas? 

Esa manera de dibujar deseo con una mirada
y de borrar la realidad con el roce de la piel.
Esa manera de verte ir, de verte caminar,
de verte reír o ligeramente volar; 
de ver la parte baja de tu espalda y atragantar mis ansias. 

Pasan los suspiros sobre tu caminar y las pupilas no dejan de resaltar tu espalda.

miércoles, 27 de agosto de 2014

Claridad


Claro como el agua
o agua como el claro
de la mañana,
Oscuramente soleada por los rostros monótonos de una fría soledad.
El viento acaricia sus cejas, dejando un gotereo de lágrimas que se congelan en el eje de sus labios.
Claro como una lágrima.
El calor de la sangre se atenúa con el déficit de aquel tacto delicado como el ala de una mariposa.

Cuatro o cinco calles hacia abajo camina, encuentra un parque con bancos donde suele sentarse para contarle - cantarle poesía al oído; se sienta a la espera, nada.

Claro como el vacío.
Tenues latidos y pestañeos apretados.
Se escuchan maullidos o quizás gritos desde el interior del hipotálamo. 
Calambres en el alma y tormentas en la panza, 
su soledad no se amansa.

Llámalo paranoia,
miedo,
esquizofrenia,
soledad a fin de cuentas.

Ha salido caro el consumo y la avaricia por querer mas, claro como el viento.
Rendido toma rumbo hacia el este u oeste, no hay dirección. 

Claro como la esperanza.
Siente algo en las puntas dactilares de los dedos,
un breve calor que se desglosa 
por el frío peyorativo que rodea su amargura.
Un roce entre sus manos, como quien coge una rosa y esparce sus pétalos a la orgía del aire.
La espiración en la nuca tan caliente como el humo de un café estuoso hace temblar los muslos y sentir un escalofrío desde la punta del coxis creando una piel de gallina, hasta la médula espinal sollozando por el deseo de querer mirar hacia atrás.

Claro como una respuesta.
Le detiene un apretón en el abdomen, como una serpiente desfilando sobre el cuerpo de un conejo ostentando su victoria.

Una segunda presión rodea el pecho, los pétalos mecidos por el aire se posan en el como si quisiese tomar el pulso directo del corazón.

"Se llama abrazo", dijo una fina y tibia voz. A continuación lo giró unos cuantos grados y el zigzagueo de dos brazos débiles como el papel reptaron sobre sus caderas y se encadenaron como si la considerara su presa.

Dos globos se insertaron sobre su tórax, posteriormente sus piernas se juntaron a las suyas.

Tan claro como una mirada.
Sus pupilas cafés se dilataron entonando un color mas achocolatado dejando petrificado sus ojos color miel. La punta de su nariz estaba fría como un hielo y tocaba la punta de los pómulos azules.
Los Labios conectaban de una manera simetrica y el vapor oscilaba sobre sus rostros, los parpados se cerraron para dar comienzo a una serie de recuerdos carnales y amorosos, un reencuentro lleno de deseo.

Tan claro como una palabra.
Sin saber ya estaban tendidos sobre una cama, las sabanas se incorporan a su piel y su cabello se vuelve soga para sujetarse. El contacto con sus lineas provocan un sinfín de emociones, ya no era una mañana oscuramente soleada por los rostros monótonos de una fría soledad; era una mañana libre de cualquier obstáculo o tabú, frío o neblina, viento o soledad. Entre el gozo de adherencia donde emanan las mas deseables emociones solo se podían decir una cosa...

No vas a estar solo(a)

martes, 15 de abril de 2014

La importancia de tu cuerpo.



Si bien sabes que tú amor es importante para mí.
Pero ¿Sabes la importancia de tu cuerpo?
¿Sabes las funciones que ejercen cada parte sobre mí?
Empecemos por tu cabello. Cada hilo es una hoja de un árbol, que al ser meneado por el viento crea esa sinfonía de calma entre mis dedos; en un cuarto de esquizofrenia, esa sinfonía es la cuna de todo mal y peligro.

Bajamos un poco y encontramos tus ojos. Esas dos ventanas que reflejan esperanza, esas lumbreras que abren camino hacia lo inexplorado, hacia tu ser. Salimos, resbalamos  hacia tu boca y encuentro ese mundo lleno de sentimientos expresados, encuentro esa curva a la que me gusta estrellarme, amortiguarme en el superior y dejarme llevar por la eventualidad a la que llaman beso.

Recorro con mis dedos hasta encontrar tu cuello, una pista que la naturaleza me da para saber de qué estas hecha. Es un cuello con aroma a frutas o quizá a café por la mañana. Un cuello con un brillo más dorado que el otoño, un cuello al que esnifo como droga.

Llegamos a tu torso, aquél cuerpo de jarrón que tanto anhelo, que tanto miro y tomo. Aquél seno en donde apoyo mis miedos y duermo como un gato que al mirar la luna nueva, se siente mecido en su cuna. Ese abdomen que, como chaleco anti-balas, me escuda de las malas vibras y me asegura que todo estará bien. Tus brazos me equilibran entre el bien y el mal al igual que tu cintura.

Llegamos a esa parte que emana los más exhaustos y deleitantes deseos. Esa parte que miramos con la piel y con los ojos cerrados. Se va la sed de deseo…

Tus hermosas piernas me tienen loco. Es algo que no se explica, se observan y se deleitan. Sería un delito no alagarlas, veo cada paso como las notas de un pentagrama de alguna obra maestra, Beethoven tal vez.

Persigo tus huellas y me doy cuenta que tus pies me mantienen donde estoy, estoy a ellos porque son mejores que cualquier mapa. Me guían y me mantiene seguro un camino a tu lado. Hoy me he dado cuenta que no solo tu amor es importante para mí. Toda tu existencia física y astronómica es lo que me mantiene cuerdo y cursi.

Todo de ti es importante para mí.

Todo eres, todo serás.

martes, 18 de marzo de 2014

Poema que viene de unos cuantos pasos.

Cayó la lluvia,
Con ella cae la soledad
Maldita soled¡NO MALDIGAS!
Bendita histeria, que me caigan gotas en la frente;
Que calmen esta tonta esquizofrenia, esta tonta migraña.

Cayó la gota
Con ella cae la calma
Con ella viene ella.
Viene ella y la lluvia rodea mi mirada.
Viene ella y la lluvia, viene el abrazo, viene el beso fugaz
Viene la lluvia, viene la danza.
Viene el bochorno tocando cuerdas; viene ella a mí.
Bendita lluvia de deseos y gomas.
Bendita lluvia de placeres, bendito tu regreso.

Viene el ¿Qué tal tu día?
Viene el “Todo estará bien, hermosa”
Viene el cabello mojado, viene el peinado desordenado.

Viene el gusto, vienen las seis de la tarde.
Cayó la lluvia, calló la histeria.
Cayó el miedo, cayó el sol.
Viene la luna, viene el ojo que todo lo ve.
Viene la bendita noche, no te vayas que es ocaso en nuestra mirada.
Estrellas, lunas, cohetes y vientos sobre mis sentimientos.

Asteroides, chocolate, nubes y huracanes sobre tus besos.
Olor a fruta, libertad y amor se va secando con la lluvia,
Escala de grises, viene el efímero adiós.
Caminos largos, vienen los pasos.
Viene la lluvia…ácida como la misma furia,
Vienen los demonios, viene el neutralismo.

Viene un “hasta mañana”
Viene un te quiero.

Viene…

Ven.