jarrón
de cuerpo curvo, adaptable, toda una obra de arte.
Ese
jarrón tan frágil como el ala de una mariposa, yo lo podría coger.
Yo
a tu cuerpo lo veo como un jarrón,
cierro
los ojos y no veo la hora de tomarte el cuello,
volverlo
lienzo y pintarte amor.
Yo
a tu cuerpo lo veo como un jarrón,
no
veo la hora de llenarlo de deseos, de besos al despertar.
Llenarlo
de miradas con sabor a libertad y concupiscencia.
Llenarlo
de caricias con aroma a piel y susurros con aliento de café.
Un
jarrón lleno de emociones y no de miedos.
Un
jarrón lleno de cosas misteriosas, de sentimientos y gritos saciables de
felicidad.
Un
jarrón de letras y mundos, de letras y acciones;
un
jarrón de sudor que por pequeñas sonrisas se vuelva vino,
vino
para embriagar la poca cordura del deseo.
Embriágame
mujer, embriágame y hazme olvidar
El
momento sobrio que viví antes de conocerte.